Esto que no sé cómo calificar, es una mezcla un tanto extraña al hilo de la propuesta de El Cuentacuentos para homenajear a Mario Benedetti. En negrita aparece la primera estrofa de uno de sus poemas como pie para que nosotros lo continuemos. Yo empecé escribiendo un poema, pero era tal la irregularidad de la estructura y de la rima que no servía ni como poema de versificación libre. De ahí que al final lo haya reorganizado de esta manera.
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"Nadie sabe en qué noche de octubre solitario,
de fatigados duendes que ya no ocurren
puede inmolarse la perdida infancia
junto a recuerdos que se están haciendo."
Nadie sabe si el viento arrojará al destierro los sueños de aquellos primeros años o si serán los años los que arrojen al viento las débiles ensoñaciones de aquellos días. Nadie sabe en qué momento, por más que aceche el miedo en las sombras, si el devenir de la vida hará menos verde la frágil esperanza y apagará la cristalina felicidad de aquellas ingenuas y cálidas miradas.
de fatigados duendes que ya no ocurren
puede inmolarse la perdida infancia
junto a recuerdos que se están haciendo."
Nadie sabe si el viento arrojará al destierro los sueños de aquellos primeros años o si serán los años los que arrojen al viento las débiles ensoñaciones de aquellos días. Nadie sabe en qué momento, por más que aceche el miedo en las sombras, si el devenir de la vida hará menos verde la frágil esperanza y apagará la cristalina felicidad de aquellas ingenuas y cálidas miradas.
Nadie sabe en qué noche o en qué día. Muchos piensan, muchos temen, muchos lloran… Apedrean con saña y cobardía las viejas e inocentes risas, guardadas en cajas de cromos, y hacen de ellas cenizas. El tono multicolor del arcoíris, que escapaba de sus espíritus jóvenes e inocentes con que trenzaban la realidad, se irá difuminando y pasará a ser de un gris atenuado; escurrido desde los altos edificios o evaporándose desde el asfalto, y manchará sus almas.
Las divertidas espadas de madera con que luchaban contra dragones para rescatar princesas, caerán derribadas al suelo y se hará de ellas leña. Las horas languidecerán durante el deporte de alto riesgo llamado vida. Pero nadie sabe en qué noche de qué mes solitario dejarán los duendes de acompañarnos.
Lo que ves aquí escrito es original e inédito. Si te gusta disfrútalo desde el blog, pero no lo copies, por favor. Si lo hicieras estarías dañando mi propiedad intelectual. Gracias.
Qué tierna, pero en cierto punto
ResponderEliminartriste, verdad.
¿Por qué se irá esa inocencia tan mágica?
Mo-chan
Pues te ha quedado muy bien... prosa poética. Me gusta.
ResponderEliminarPrecioso. Tienes frases enlazadas que, por sí solas, ya evocan imágenes suficientes. Ya sabes de mi debilidad por la prosa lírica, así que este texto se ha convertido en una debilidad preciosa.
ResponderEliminarEncantadísima de leerte.
Besos angelicales (y Janeanos jajjaja)
Pasea montevideano por entre los días, y su mirada escribe versos del cielo, del asfalto, de los sueños y las cenizas.
ResponderEliminarNos paseas en él, con él, durante tus palabras.
Estaría ya muy bien antes de tu reorganización :) pero te ha quedado un hermoso homenaje.
Un abrazo!
¡Puf! Gracias por vuestras palabras, la verdad es que me daba mucho respeto escribirlo. De hecho a punto estuve de arrepentirme y borrarlo del todo. Luego lo pensé mejor y decidí colgarlo.
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