No pudo despertarla. Una vez arrancada por más que le susurrase palabras de cariño, la flor languidecería en sus manos de forma inevitable. Todo lo hermoso es efímero.
Repitió no obstante para ella, los mismos poemas que había recitado cada anochecer y aguardó entre lágrimas, hasta la aparición de la luna llena… Un rayo de luz lunar los acarició con ternura abrazándolos como una madre protectora que presiente un peligro.
La mañana clareaba cuando el jardinero los encontró tendidos sobre la hierba empapada de rocío. Hombre y rosa… rosa y hombre. Si no lo hubiese contemplado con sus propios ojos jamás lo habría creído: la rosa lastimada yacía ensangrentada y sus pétalos trazaban la forma definida de una sonrisa, mientras sus espinas apuntaban dichosas hacia el hombre que había muerto junto a ella; del hombre, en cambio, brotaba un líquido transparente más parecido a la savia que a las lágrimas.
Y cuenta la leyenda que desde entonces, en aquel punto exacto del jardín, se erige un pequeño monumento donde escritores y músicos velan durante horas buscando el amor que inspire la mejor de sus obras.
Lo veo un poco precipitado. No se si es por el límite de palabras o porque no le has dedicado algo más de tiempo. En fin, buena base para una mejor leyenda (seguro!!!)
ResponderEliminarUn abrazo.
Veo que también eres vidente ji, ji. Es cierto, no la he dedicado suficiente tiempo. Lo de plantearlo como si fuese una leyenda surgió en el último momento. Tomo nota pues... Un abrazo y felices fiestas.
ResponderEliminarMmm... Me pasa un poco como Amanda, pero me ha gustado mucho la idea. Yo creo que un par de líneas más le darían un final redondo... ;)
ResponderEliminarA mi si me gusto... si da para mas, pero eso prefiero imaginarmelo yo.
ResponderEliminarMe alegra leerte de vuelta
Felices fiestas!
Me encanta aquello que te surge en el último momento, el poder del relato corto, del presente cercano a la lejanía de una leyenda. Lo habrás escrito sin tiempo pero está vivo.
ResponderEliminarUn abrazo y a pasarlo genial estos días!!
Que no inpirarán, para de una rosa, hacer su musa...
ResponderEliminarAisssss...
Felices fiestas, nos seguiremos leyendo! ^^
Me gustó. Lo vi muy original. Eres una maestra de letras :)
ResponderEliminarSaluditos.