"Tras varios días de espera, decidió reanudar la marcha sola." Frase de Pistachita para El Cuentacuentos.
Tras varios días de espera, decidió reanudar la marcha sola. No quedaba ya ni rastro de supervivientes en todo el valle. Mirara donde mirara siempre veía la muerte en los ojos de los caídos; en otros casos el sufrimiento que traslucían, imploraba con vehemencia que fuese ella quien acabara con la existencia de los suyos (antes de que las hienas o los buitres se les acercasen) y por eso sobreponiéndose al hondo dolor y las nauseas que azotaban su cuerpo, dio fin, a no pocos de los suyos. Una tarea penosa, máxime para alguien tan joven.
Por otra parte, su instinto cazador la impulsaba a buscar nuevas tierras donde hallar piezas para su alimento, así que puesto que eran ya varias las jornadas que no comía ni una triste porción de cría de gacela, decidió seguir camino y alejarse de aquel lugar maldito cuanto antes: su instinto la exhortaba igualmente a que no probase el agua hasta verse realmente lejos de aquellos parajes. De cualquier modo, si hubiera flaqueado en ese punto el inconfundible olor a putrefacción, la hubiera disuadido de lo contrario; no en vano, siempre había sido considerada entre los suyos como la hembra de mejor olfato de su manada. Ahora era tan sólo una pequeña e indefensa y asustada leona más, en medio de la sabana, errando en busca de alimento. ¡Qué equivocado estaba el hombre considerándose el único ser capaz de albergar sentimientos!
Tenía pendiente de publicar hace semanas este pequeño texto y por A o por B, me había despistado y no lo había hecho. En fin, El Cuentacuentos sigue en marcha afortunadamente. Besotes.
ResponderEliminarQuien se relaciona con animales sabe que tienen sentimientos e inteligencia.
ResponderEliminarSechat, has logrado el elemento sorpresa pues pensaba que sería un homínido :)
Bien. Lo he leído mientras comía y he apartado el plato jajaja
Besos
Je, je, Ananda... me alegra saber que te he sorprendido. Besotes.
ResponderEliminarKaixo!
ResponderEliminarGran relato y menos mal que lo recuperaste! En mi mente, a medida que iba leyendo, imaginaba los restos humeantes y el olor a muerte mientras ella iba con la espada rematando el campo de batalla. Y el escenario cambia trasladándonos a la sabana, de mi espada imaginaria :) a las garras sangrientas, a la supervivencia diaria.
A un nuevo comienzo.
Un abrazo!
Gracias, Carlos, soy un auténtico desastre y si no lo programo o lo cuelgo de inmediato me suelen pasar estas cosas.
ResponderEliminarMe alegra comprobar que no ha decepcionado. Besotes.