Crónicas de la loca que cazaba nubes

No me extiendo mucho por falta de tiempo, pero en todo caso os invito a todos/as a que participéis en esta primera convocatoria. Sólo tenéis que cumplir al menos estas tres premisas previas: Contar con un blog propio donde hayais publicado con anterioridad alguno de vuestros escritos. Ser seguidores del blog . Tener ganas de escribir en un máximo de cinco hojas (DIN-A4) un relato que contenga a un dragón de Comodoro y alguna fecha que para vosotros resulte significativa. Como véis no es difícil. El premio será un lote de libros valorado entre 20 y 25 euros. Tenéis más información en el blog . Un besazo. Os espero.

Dedicado a... No hay galimatías aritmético en que no seas la solución. Me da igual sumar sueños, restar besos, multiplicar abrazos, dividir eternidades... La derivada de cualquier camino me lleva tras tus pasos a lomos de un vector, y hasta la pequeña piedra con que tropiezo, salida de la matriz de la Tierra, se confabula en mi contra haciendo de mí un ocho. Las raíces (cuadradas) de los árboles en el Bosque de los Polinomios, acortan distancias y simplifican denominadores, para designar mis preocupaciones a las que busco límite en lo infinito con menos suerte y acierto de los que quisiera. Y por complejo que sea el proceso, siempre obtengo por resultado en el vértice de la parábola que dibuja mis horas y días, la misma y categórica respuesta integral, el mismo y bendito número irracional: TÚ.

En los últimos días he tenido la suerte de encontrar por fin, dos maravillosos libros de haikus que por supuesto he comprado de inmediato. En uno de ellos se describe brevemente ese arte y hace un recorrido por la historia de ese tipo de poema japonés, gracias a esa pormenorizada evolución histórica he aprendido que: el haiku además de constar de 17 sílabas distribuidas en 5-7-5 sílabas respectivamente en cada uno de los tres versos que lo forman y que por lo habitual no tiene rima,habla sobre todo del momento y la naturaleza; otro dato que desconocía y que añado a raíz de uno de los comentarios de Ananda, es que está ligado íntimamente a la filosofía Zen; pero lo que es más llamativo aún y que desconocía hasta ahora es que no se usan jamás las mayúsculas ni puntos, comas, puntos y comas o signos de interrogación o exclamación (aparecen sólo en las traducciones)   Por ese motivo, no encontraréis en ninguno de los tres haikus que figuran a continuación indicios de pausa o entonación. E