“Había luces tenues detrás de la puerta, que parecía entreabierta.” Frase de El Mundoyas para El Cuentacuentos . Había luces tenues detrás de la puerta, que parecía entreabierta intencionadamente a un humilde patio de estilo judío, para brindar al posible espectador un tercer ojo abierto a lo que los dos naturales no lo permiten. Dentro, Yéshua, un niño de enormes ojos marrones y risueños, e hijo de un trabajador del astillero de la ciudad, jugaba sentado junto a otro pequeño que lo miraba fascinado. De sus manos infantiles salían volando a lo más alto del cielo alejandrino, con alegres gorjeos, mil y un pajarillos multicolores que previamente habían sido bastas figuras de barro.