Me encantaría venir a anunciaros que las palabras han irrumpido en mi cabeza y no dan tregua a mis dedos sobre el teclado, pero a veces, es una batalla perdida luchar contra ese silencio
angustiante que estrecha mi vocabulario y enfanga mi imaginación con las
inmundicias más desagradables convertidas en siniestras telarañas.
No obstante, os tengo muy presentes cada día, aunque pueda parecer lo contrario: sois algo más de 126 blogs los que sigo, y no siempre es tarea fácil, pues desde hace unos meses las manualidades y ese nuevo blog donde vomito mis ansias creativas acaparan casi todo mi tiempo, con lo cual se complica la tarea de comentaros a todos.
El de Rebeca, nombre con que últimamente os seguía, aunque es mi nombre real, pasa a formar parte del ámbito creativo en que estoy embarcada desde el año pasado. Sin embargo, como jamás de los jamases me separaría de vuestros triunfos literarios;
vuestros bloqueos; vuestros relatos, poemas y personajes; vuestros
premios..., pues llenáis mi vida, tanto como mi familia (pero
resultaba un tanto estresante y caótico acceder a mi lista de lectura y
ver tanto y tanto por leer), he decidido crear un nuevo perfil, aunque con el nombre que ya conocíais, y os sigo bajo él.
También he hecho algunos cambios en este blog. Ya sabéis, que soy un culo inquieto que cada poco cambiaba el fondo del blog. En este caso el cambio ha sido doble: una cabecera nueva, más acorde con esa pasión por las letras que ansío no me haya abandonado definitivamente, y una nueva plantilla con nuevos colores. Supongo que sigo siendo la ilusa de siempre que se empeña en creer en los finales felices y aspira a poder abrir de nuevo las puertas de este sitio cada semana, con el mismo entusiasmo que antaño para traeros nuevas tramas y personajes.
Mientras llega ese bendito instante, sólo os pido una cosa: seguid siendo tan grandes en vuestras historias como lo habéis sido hasta ahora.
Os quiero, apoyo y admiro.
Sigues siendo una maga de las palabras, quién diría que tienes crisis literaria ;) Yo seguiré confiando en tu regreso, aunque creo que nunca te has ido. Haz lo que te apasione y nunca te presiones, las letras llegan solas. Un beso enoooorme guapa.
ResponderEliminarGracias, Richard, tienes más confianza en mi regreso que yo. Tus palabras me quedan grandes. Yo no soy en absoluto, una maga como tú dices. Un besazo. Eres un solete.
EliminarFormas parte de aquello que construye mi mundo, mi vida, y hablo en presente porque es algo vivo, que sucede. Y nada de humo metafísico, refiero al tacto de un libro, al de las teclas al escribir, al pensamiento tratando de vencer un reto, si, y a ese mismo pensamiento evitando que el tiempo fracase en cada intento de hacerme olvidar, creyéndome más vulnerable por mi inactividad, y años, hablo de años, que se dice pronto, pero ayer, un día lleno de palabras, no queda en el 23 de abril, sino en todos los días. Y tú haces que sea así, aportas en tu sinparar de darles vida, ideas, ocurrencias, ingenio, proyectos, para que sea así.
ResponderEliminarNunca desapareces, porque tendrían que hacerlo antes el escribir, las palabras.
Te queremos y, por supuesto, adelante!!
Han pasado más de cuatro años desde tus palabras, Ninive, y aún se me encoge el alma al leerte. Mis letras regresaron, aunque con menos fuerza que antaño, pero en este regreso, mi lengua tiene un regusto agridulce, porque no me encuentro cada semana con amigos como tú, de esos que la rede unió para siempre. Confío en que, estés donde estés y hagas lo que hagas, esa paz que irradiabas te siga a todas partes sembrando felicidad a tu paso. Tal y como antes lo hacía.
EliminarUn abrazo enorme.
Que nos quiten lo bailado, ¿no? :)
ResponderEliminar(Pero volverán las palabras, estoy seguro).
Un beso (sin palabras, porque no las necesita).
Tardaron pero las letras volvieron. Gracias por tus palabras de aliento, Juanma. Un abrazo.
Eliminar