¡Hola, cazadores!: Espero que todavía haya alguien por aquí. Más que nada porque esta es una entrada que debería haber escrito antes de verano, ya que me comprometí con el autor a ello, y luego caí en una especie de bucle estresante del que ni yo misma sabía cómo salir, y en cierto modo, sigo anclada a él. Tanto fue así, que escribir y leer se habían convertido en una obligación más que en un pasatiempo, y no me sentía motivada a seguir adelante con el ritmo de mayo, por ejemplo. Y, ojo, esto no es una vuelta permanente, es tan solo un alto en el camino, porque se lo debía a Andrés. Sé que habitúo a hacer entradas mucho más extensas cuando reseño un libro, pero ya digo que no me veo con ánimos para ello, por todo lo que os he enumerado antes, pero también por problemas tecnológicos (he cambiado de ordenador hace unas semanas, y aunque admito que estaba deseando huir de Windows, no me acabo de apañar demasiado bien con Chrome como O.S, y como este teclado no cuenta con teclas de función...