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El último viaje

Me he enterado tarde de la propuesta de David para el inicio de esta tercera temporada de su reto mensual, y creí que no llegaría a tiempo, pero en cuanto supe ayer los requisitos me puse a escribir el relato y no pude parar hasta terminarlo.

Os dejo a continuación con las condiciones de esta XVII edición. Denominada Extraños en un tren.

https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2019/12/comienza-la-tercera-temporada-del.html


REQUISITOS (se pueden usar uno, dos o los tres):
  • Un relato policíaco o de género negro.
  • Un relato en el que se mencione con sentido la novela Extraños en un tren o la autora, Patricia Highsmith.
  • Un relato en el que la acción transcurra en un tren.

Todo en un máximo de 900 palabras. Y aunque el género policíaco no es mi fuerte, no he podido resistirme y creo haber logrado incluir los tres requisitos que se nos proponían. Por cierto, para poder disfrutar de todos los relatos participantes pinchad sobre la imagen creada por David expresamente para esta edición (la que aparece líneas arriba).

Y ahora sí que sí. Os dejo con mi interpretación para este reto literario. Me encantaría conocer vuestra opinión en los comentarios.

Cartel para la sección de retos literarios


Adela, asustadiza como pocas, rara vez gustaba de viajar sola, y menos en tren. Quizá por eso no dejaba de mirar con suspicacia al resto de viajeros. Cualquier movimiento brusco disparaba sus pulsaciones y sobre todo sus miedos. Junto a ella un hombre de mediana edad leía sin descanso una novela de Highsmith. Parecía embebido en la lectura. De no haber sido el único asiento disponible Adela no estaría sentada junto a un desconocido, con tanta naturalidad como parecían tener el resto de pasajeros en sus respectivos asientos.

Para no dar pábulo a sus prejuicios, pasó a imaginar a las personas con quienes compartía vagón como peones de un gran juego de mesa. Para hacer más interesante el juego los ubicó a todos a finales del s. XIX. Cada uno interpretaba su papel. Por ejemplo, la mujer elegante del fondo, Marquesa de La Porta, viajaba de incógnito con dos de sus hijos y la niñera de estos; la anciana sonriente, separada de Adela por tres grupos de bancos, viajaba al balneario de Corconte para sus problemas de reuma (Adela se había percatado enseguida de los dedos deformes de la mujer); la pareja de jóvenes que se dedicaba carantoñas a cada instante, huía del matrimonio concertado de ella para vivir la libertad de su amor, ese que las familias de ambos no aprobarían jamás.

Y en eso ocupó sus pensamientos durante buena parte del viaje con cada uno de los que subían y ocupaban los puestos libres. Hasta que su propia curiosidad le tendió una trampa, cuando su compañero de banco se retiró por un instante las gafas de lectura y la mujer entrevió en el lateral izquierdo del rostro del hombre (el más próximo a la ventanilla) una fea cicatriz que dividía aquella parte de su cara en dos mitades de asimetría grotesca. Apenas fueron unos segundos los que tuvo para advertirlo, pero resultaron suficientes para que se pusiera nerviosa. El juego había dejado de ser divertido. ¿Es que nadie, salvo ella, se daba cuenta de que viajaban con un asesino?

La voz del hombre, excesivamente ronca a su juicio, la pilló por sorpresa. 

—¿Viaja usted sola? ¿No se le hace aburrido un viaje tan largo sin nadie con quien conversar o sin una buena lectura?

Adela, incapaz de sostenerle la mirada, detuvo sus ojos sobre el extraño bulto que se adivinaba en el bolsillo izquierdo de la chaqueta del hombre. ¡En mala hora! 

El hombre insistió con su voz aguardentosa:

—¿Me oye, señora? ¿Viaja sola? Me he dado cuenta, cuando le mostraba su billete al pica, de que ambos haremos el trayecto completo. No me malinterprete, pero es que se hace raro que no tenga maleta, una revista… Y una mujer sola… tantas horas… 

Con un hilo de voz, Adela logró responderle:

—Viajo sola sí, y no me gusta leer.

Se arrepintió al instante de su respuesta. Había sonado demasiado seca. Eso enfadaría al hombre. Por un lado, porque claramente era un apasionado lector y por otro porque había sido inusualmente brusca. Acababa de darle un doble motivo para asesinarla. Buscó desesperada el apoyo del pica, que se alejaba por el pasillo de espaldas a ella, o el de algún otro hombre suficientemente corpulento que pudiera hacer frente al criminal que le había tocado como compañero.

Sorprendentemente envalentonada se incorporó, pero el hombre la detuvo cogiéndola del brazo.

—Yo que usted no lo haría, señora, a no ser que sea de verdadera urgencia. 

Se desplomó aterrada en el asiento. Todos sus temores se confirmaban. Su angustia aceleró su ritmo cardíaco. El hombre la miraba sin pudor con una sonrisa nada halagüeña. El dolor en el brazo izquierdo y el ardor en el pecho le sobrevinieron de repente, impidiéndole respirar. Nadie pudo hacer nada por ella. Murió a los pocos minutos de una parada cardíaca.

Obligados por las circunstancias detuvieron el tren. Ya en las cercanías del apeadero de Guardo las autoridades interrogaron al hombre de la cicatriz y al resto de testigos o pasajeros. A modo de presentación el que había sido el compañero de viaje de la fallecida rebuscó en el bolsillo interior de su chaqueta y tendió al teniente de la Guardia Civil su tarjeta, pero esta cayó al suelo.

Al agacharse para recuperarla, de su bolsillo izquierdo cayeron también una pequeña funda de polipiel con unas gafas de lectura en el interior y una caja negra rígida con una estilográfica dentro que se abrió tras el impacto. La inscripción de la tarjeta no dejaba dudas.


FRANCISCO CABAÑAS BRAC
ESCRITOR


—¿Conocía usted a la fallecida, señor Cabañas?
—No, teniente. Me limité a darle un poco de conversación y a ser amable con ella. Incluso le advertí para que no fuese al baño si no le era del todo imprescindible. Ya sabe usted lo insalubres que son los baños públicos...






Cartel para críticas constructivas



Dejo como siempre, la imagen ⇧⇧⇧⇧ de "lector cero" que os da vía libre para que a través de vuestros comentarios me deis indicaciones sobre cómo mejorar mis escritos. Siempre que seáis respetuosos serán bienvenidos.


Y bueno, eso es todo por hoy. Yo me marcho de inmediato al blog de David para poder ir leyendo los relatos de mis otros compañeros y enlazar allí mi relato para que se sepa que participo. Volveré con vosotros el próximo lunes al mediodía (hora peninsular). Nos leemos.

Un abrazo, cazadores, y...




Comentarios

  1. ¡Huoooola!

    Que original el relato, y me ha gustado el detalle de que uno de los requisitos fuera mencionar la novela de "Extraños en un tren" jajajaj que no la he leído, pero vi la película y no estaba mal :D

    ¡besos!

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    1. Si te digo la verdad ni he visto la película ni he leído el libro. También bastaba con mencionar a la autora, aunque en realidad no era preciso incorporar los tres requisitos, pues bastaba con incorporar solo uno de ellos. En cualquier caso me quedo con tu comentario que califica el relato como "original".

      Mil gracias por tu visita. Un abrazo y ¡Felices fiestas, Irene!

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  2. Hola rebeca. Magnífico aporte compañera. Se nota que eres escritora y que en situaciones de espera (aviones, trenes, paradas… te da por inventar)

    Buenas descripciones de los personajes. Estupenda puntuación y ritmo. Sabes atrapar la atención del lector.

    Un narrador totalmente omnisciente, que lo mismo se mete en la mente e imaginación de Adela, que, en la segunda parte del relato, sale de la cabeza de la chica y nos monta otra situación con otro punto de vista diferente.

    Desde luego es uno de los relatos a tener en cuenta para el pódium de Tintero.

    Felices Fiestas Rebeca.

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    1. ¡Madre mía, Tara! ¡Qué bien que te haya gustado! Lo cierto es que Adela, en cierto modo, tiene mucho de mí sí, o ella de mí, claro. Me agrada saber que te ha gustado el uso del narrador omnisciente, porque no tenía claro si usarlo o recurrir a otro. Así que me das una alegría, de verdad.

      Un abrazo y de corazón gracias por tus palabras.

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  3. Hola Rebeca! Tu relato me ha parecido muy bueno, por su originalidad y porque está muy bien escrito. Me ha encantado el equívoco que has creado, cuando la chica se imagina que el señor que le dirige la palabra es un asesino, y todo en base a unos indicios que en la mente de ella han germinado dando lugar a una realidad espantosa, hasta el punto de provocarle un infarto. Al final descubrimos que todo ha sido producto de su imaginación. ¡Genial! Muchas felicidades y mucha suerte en el Tintero.

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    1. ¡Hola, Beri! A veces la ficción supera a la realidad y la imaginación desbordante de Adela, que ran útil podría ser para su "malvado" compañero la ha jugado una mala pasada.

      Me alegra que te haya gustado esa confusión que surge en la cabeza de la protagonista y la lleva a la muerte.

      Muchas gracias por pasar por aquí y comentar.

      Un abrazo.

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  4. Gracias, Rebeca, por participar con este relato en El Tintero de Oro. Un fuerte abrazo, suerte y ¡Feliz Navidad!

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    1. Gracias a ti por empujarnos a escribir y a inventar personajes y tramas.

      Un abrazo y ¡Felices fiestas!

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  5. Amiga narradora a cuatro manos. Genial tu historia. La buena Adela resultó tan solo una paranoica mal pensada. Y vos, una genial develadora de personalidades, Un abrazo. Felices Fiestas.

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    1. ¡Hola, Beba, compañera!:

      Un gustazo que te haya gustado mi relato. Y sí, Adela, es un poco irritante.

      Un abrazo y ¡Felices fiestas!

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  6. Casi es una historia coral, la principal y todas esas secundarias que van aglutinándose como trocitos se ficción hasta que se apoderan de la principal. Acabé por pensar que en realidad era un asesino; la sugestión que se autoinflingió la prota me la supiste transmitir de igual modo.
    Un relato muy entretenido en el que cualquier cosa hubiera podido pasar, y todo muy bien llevado por un narrador omnisciente, fluido y muy bien construido.
    Me encantó, Rebeca, mucha suerte para el concurso.
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola. Pepe, compañero de letras!:

      Me halaga que opines eso de mi relato, ves en él mucho más que yo, la verdad. Por otra parte, me alegra haber logrado confundirte y hacerte pensar que de veras se trataba de un asesino.

      Un abrazo y ¡Felices fiestas!

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  7. Muy bueno, Rebeca. Un relato muy ingenioso que atrapa desde el principio y una trama muy bien trazada. Felicidades.

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    1. Muchísimas gracias, Marta. Me alegra que mi historia te haya enganchado de esa manera.

      Un abrazo y ¡Felices fiestas!

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  8. Ja! Me ha encantado! Pobre mujer, con ese exceso de imaginación y no disfrutar de la lectura....Era carne de cañón
    Genial!!!!
    Besos

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    1. ¡Hooooooooooola, Neli!:

      ¡Qué alegría me da tenerte aquí comentando! Lo cierto es que Adela me resultaba bastante detestable la verdad, y quería deshacerme de ella. Creo que además eso me ha ayudado a cerrar mejor el círculo de la trama. Me alegra que te haya gustado.

      Un besazo enorme y ¡Muy felices fiestas!

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  9. Hola Rebeca. Al final el asesino no era el mayordomo... ¡Era el escritor! Je, je, je.
    Pobre muchacha, la imaginación y el miedo (también u poco de esquizofrenia, creo yo) fueron las causas de su muerte.
    Un saludo, mucha suerte y felices fiestas.

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    1. ¡Hola, Bruno!:

      No, esta vez no había mayordomo sobre el que echar las culpas ^^. Y fue la propia Adela la que se autodestruyó a sí misma.

      Por cierto, enhorabuena por esa super cubierta de la 2ª antología de El Tintero de Oro. Me parece espectacular.

      Un abrazo y ¡Felices fiestas!

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  10. Hola Rebeca. La moraleja que se puede sacar de tu relato es que demasiada imaginación sin control puede ser peligrosa jaja. Un relato entretenido con un final inesperado y original. Te deseo mucha suerte en el Tintero. Un saludo.

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    1. ¡Hola, Jorge!:

      Digamos que la imaginación es saludable, pero también hay que saber vivir en la realidad y aprender a sobrellevarla lo mejor posible. Me alegra que te haya parecido entretenido y original.

      Un abrazo y ¡Felices fiestas!

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  11. Saludos Rebeca, excelente tu relato. Interesante lectura y mejor final. Saludos y bendiciones!

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    1. Muchísimas gracias, Mery, por tu visita y tu opinión. Siempre alegra saber que gusta lo que uno escribe.

      Un abrazo y ¡Felices fiestas!

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  12. Pobre Adela, si hasta me ha dado pena al final. La lectura que he hecho de tu relato me ha pasado del interés a la curiosidad, después nervios como si yo fuera la prota, un poco de miedo hasta que en las últimas líneas (menos mal!) me ha vuelto a la realidad de que es una historia de ficción y he sentido lástima.
    Muy buen escrito, Rebeca, un besote.
    Me quedo por tu casa, me gusta la espontaneidad con que te comunicas.

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    1. ¡Hola, Carla! :

      Encantada de saludarte y de que te gusten mis letras. También yo he pasado un poco por todas esas etapas con el personaje de Adela mientras escribía el relato, así que si he logrado trasladártelas a ti también me doy por muy satisfecha.

      Un abrazo y ¡Feliz 2020!

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  13. Sacar del sombrero del mago el famoso conejo, es realmente lo que has hecho tú a través de la magia de tu imaginación y tu destreza con las letras, porque no habiendo visto la película ni leyendo la novela Estraños en un tren, lo cierto es que nos has sabido atrapar con esta intriga, donde juega un gran papel la propia imaginación del lector, al que sabes infundirle de un supuesto temor irracional.
    ¡Felicidades Rebeca!
    También te deseo unas Felices Fiestas y Próspero Año 2020 con todo lo mejor.

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    1. ¡Bufff! Estrella agradecidísuma por tus palabras, pero son un poco excesivas. Eso sí, me las tomo en clave positiva y con prudencia. Si el relato te ha gustado, ya me doy por afortunada.

      Un abrazo y ¡Muy feliz 2020!

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  14. Rebeca has creado un buen relato de entretenimiento y Adela tenía una buena imaginación controlando todos los personajes. A la vez el verdadero e imaginario asesino era su compañero de asiento. Pero al final ella sola se murió. Me he enganchado a tu relato.Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Mamen, me alegra saber que te has enganchado a su lectura.

      Un abrazo y ¡Feliz 2020!

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  15. Hola Rebeca

    Buena trama. Me ha gustado mucho la idea que has desarrollado. Al hombre le movía la curiosidad del escritor.
    Has definido bien a la protagonista contando las cosas que le pasaban por la cabeza y has conseguido que, por algunos momentos también pensara yo que el hombre era un asesino.

    Enhorabuena y saludos

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    1. ¡Hola, Paola! :

      ¡Qué alegría me das al saber que he logrado ese engaño en el lector al otro lado de la pantalla!

      Un millón de gracias por comentar. ¡Feliz 2020!

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  16. La culpa de todo la tienen las lecturas de género negro y lo prejuicios gratuitos y espontáneos aplicados al entorno. Vemos sospechoso todo aquello que escapa a nuestra comprensión. A adela le ha costado la vida a causa de su exagerada aprehensión. No hay que fiarse de todo pero tampoco desconfiar de primera mano.
    Te ha quedado un relato de lo más ameno y original.
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Francisco! :

      Es cierto lo que dices sobre los prejuicios, pero me temo que son inherentes al ser humano. En este caso llevados al extremo, fueron causa de una muerte.

      Muchas gracias por visitar y comentar. ¡Muy feliz 2020!

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  17. Saludos, buen relato me gustó mucho la narrativa, deja un mensaje sobre lo que refiere una sabia frase popular " que el Habito no hace al monje" a veces nos creamos prejuicios a priori y en realidad una mala cara o apariencia no significa que sea mala persona. Por eso, que la belleza exterior no es tampoco sinónimo de bondad. Te espero por mi blog.

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    1. Rara vez nos liberamos de nuestros prejuicios, pero aunque supongo que son una forma de "autoprotección" nunca deben llevarse al extremo. A mí protagonista llegaron a matarla...

      Un abrazo y ¡Feliz 2020!

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  18. Hola Rebeca,
    Lástima que la paranoia de Adela le haya jugado tan mala pasada, podría haber sido una escritora genial. Solo la manera de entretenerse es muestra ya de su imaginación.
    Muy bien escrito. Muy agradable de leer.
    Felicidades

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    1. ¡Hola, Juana! :

      La imaginación desbordante de Adela acabó con ella, pero me quedo con que el relato te ha resultado ameno.

      Un abrazo y ¡Feliz 2020!

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  19. Muy bien lograda, Rebeca, esta historia que es una muestra de que la imaginación es muy potente. El final en el que se revela la identidad del sospechoso es genial.
    Un abrazo

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    1. ¡Hola, Mirna! :

      Suelen decir que los pensamientos tienen mucho más poder del que les otorgamos. Lástima que para Adela esa afirmación resultara tan sumamente acertada.

      Un placer tenerte en mi rincón de letras y que te haya gustado ese final. Un abrazo y ¡Feliz 2020!

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  20. Buenas, Rebeca.

    Me ha gustado mucho tu relato, pobre chica. Algunas veces una imaginación tan activa es nuestro peor enemigo... como la de ella.

    Un saludo.

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  21. Vaya, hay que ver el peligro que tienen algunos viajes en tren, sobre todo cuando uno comienza a imaginar cosa. En este caso, se puede decir que la aprensiva y creativa pasajera falleció víctima de su propia y calenturienta imaginación, aunque la verdad es que el escritor de marras sí que parecía un tipo la mar de sospechoso. Me gustó como llevaste la historia haciéndonos creer una cosa para salir por el lado insospechado. Has creado un notable relato policíaco con intrigas y engaños dosificadas con gran acierto. Suerte en el Concurso. Un abrazo, Rebeca.

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  22. Interesante lectura, el miedo acabó con su vida . Muy bien narrada toda la historia, los diálogos y la ambientación excelentes.El final sorprendente.
    Un abrazo
    Puri

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  23. Me gustó mucho. Ese final que te deja pensando en aquel misterioso escritor. Se puede sentir el nerviosismo de la protagonista durante toda el relato.
    Pudiste encarar la frase de una manera genial. Buen trabajo!

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  24. Hola Rebeca te devuelvo la visita. Tengo varias cosas que contar y el relato lo dejo para el final. Primero, bienvenida al concurso del Tintero y te animo a que sigas participando. Me gustan tus letras compañera. He estado curioseando por tu blog y es la mar de interesante; aportas información y hay un derroche de ilusión, ganas de compartir con los demás. Todas son cosas que me atrapan, tal vez porque yo procuro ir en esa línea. Hay propuestas para aprender con enlaces y concursos y retos para participar (eso lo suelo compartir en los comentarios como es en este caso). Te comento que yo participo en Literautas, ahora es Café Literautas, y aunque, yo he participado solo en tres ocasiones, te animo a que lo hagas; se produce una interesante interacción Ahora se ha abierto un nuevo reto, échale un vistazo. También participo en el Club de Fuentetaja, aprendo, aprendo, en cada uno de ellos como en el Tintero, aunque aquí prevalece una gran dosis de amistad virtual. Ahora sí. Tu relato me ha gustado, desde las descripciones de esos compañeros de viaje de la protagonista, hasta la trama que se va montando con el compañero de viajes. Muy bueno. Dinámico y con buena letra. ¿El escritor es el asesino? vaya final sorprendente. Espero seguir leyéndote. Un abrazo

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  25. Me ha encantado, Rebeca. Un relato original, interesante y que se lee con fluidez. Me ha gustado sobre todo ese doble juego con el personaje del que llegamos a creer, como la protagonista, que oculta malas intenciones.
    ¡Felicidades y suerte en el Tintero!

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  26. Bienvenida Rebeca a El Tintero.Me ha gustado mucho tu manera de narrar: lenguaje muy visual y un ritmo adecuado. Me he metido en seguida en la piel de Adela y he sentido miedo y suspense.Creo que en el fondo la paranoia de Adela es bastante más común de lo que creemos, sobre todo entre las mentes con una gran imaginación , como la que desborda tu relato. Enhorabuena compañera.
    Un saludo

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  27. El miedo a veces nos juega malas pasadas! Buen relato Rebe.
    Un abrazo

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  28. Interesante el enfoque sobre los prejuicios. Suerte en el reto 🐾

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  29. La imaginación a veces juega malas pasadas, el caso de Adela es un buen ejemplo. Lo que empieza como un simple juego para entretenerse durante el trayecto en tren,acaba en una inesperada tragedia. Entretenido e imaginativo relato. Muy bueno. Saludos y suerte en el Tintero.

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  30. Hola, Rebeca.
    Hemos coincidió con el título, :)
    Has sabido mostrar perfectamente el miedo irracional de Adela, y para no gustarle leer podríamos decir que su imaginación era perfecta para dedicarse a la escritura. Pobre mujer, qué final ha tenido.
    Muy bueno, me ha gustado mucho.
    Un fuerte abrazo.

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  31. Hola Adela,
    Al fin llegó a comentar, me había desconectado por un tiempo pero me alegra volver a leerte.
    Es un magnífico relato de lectura rápida, ágil. Te captura desde las primeras frases y acaba con giros inesperados. !Me ha encantado la intriga!
    Un abrazo y suerte en el tintero!

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  32. Qué curiosa puede llegar a ser la sugestión. Pobre protagonista, cae en su propia trampa. Mucha suerte en el que Tintero, Rebeca. Un saludo.

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