Con este relato participo en dos retos. Por un lado lo hago en la convocatoria para el 4 de septiembre del Encuentro juevero que planteaba Neogéminis desde su blog y por otra lo hago en un reto para un club muy selecto y privado que Sandra Lledó dirige con pulso firme (probablemente esta presentación no le guste nada)😆.
Principalmente los requisitos para este encuentro juevero eran:
- Una historia de no más de 350 palabras
- El protagonista ha de estar fuera de su contexto natural o previsible. Intentado sorprender al lector con alguna situación insospechada.
EL DESPACHO
⇒ 300 palabras
El hedor resultaba insoportable en aquella madriguera inmunda.
Intuí que aquel lugar era más peligroso de lo que se rumoreaba.
Al instante mi preocupación ante ser despedido pasó a segundo plano.
Avancé conteniendo las náuseas y más asustado que tras la lectura del email convocándome a aquella reunión privada.
Mi jefe, tan orondo como siempre, permanecía sentado tras su mesa, embutido en traje y corbata, fumando un puro. En el cenicero varias colillas desvelaban el porqué de tal humareda en la estancia.
Imposible estar preparado para que Hitler, Putin, Trump y Kim Jon Un, todos a la vez, te observen. La esvástica en el rincón de la derecha, tampoco tranquilizaba.
—Siéntese, Amador —y yo como un borrego obedecí a sus gruñidos y su papada. Al sentarme mi pantalón emitió un chof en una onomatopeya de lo más desagradable.
Por un lado mi cerebro quería llamarle cerdo y putero y acusarle de nepotismo, por otro el miedo disfrazado de instinto de supervivencia contuvo mi lengua.
—Entiéndame —siguió jugueteando con una especie de atizador en sus pezuñas—. No cuestiono su profesionalidad, sino su presunta superioridad moral. No se ha hecho la miel para la boca del asno, ¿verdad? —me dieron ganas de patearle, aunque permanecí callado. —Es usted, probablemente el mejor copywriter de nuestra plantilla, lo cual no le da derecho a cuestionarme por defender a su dupla. Trabaja en una granja de humanos, dirigida por una gran familia de cochinos y es usted el único burro de la plantilla. Este no es lugar para su calaña.
Y sin tiempo a reaccionar, se encaramó a mi lomo y me marcó como a las reses. Ahora mi cabeza es uno más de sus trofeos de caza.


Producto de esa etapa nació: www.fabricadeartesania.com
Afortunadamente, las letras regresan de vez en cuando a mi vida. Y no pienso renunciar a ellas, si puedo evitarlo.
Pues me ha gustado. Resulta un relato impactante en su brevedad, exige imaginación (cerda rubia con minifalda, esvástica en el rincón de la derecha, el jefe orondo y de papada) y un señor que no encaja por ser un borrico.
ResponderEliminarUn saludo.
Te doy toda la razón. Lo cierto es que leí mal los requisitos y pensé que eran 300 palabras como máximo, no 350. Y con esa cifra más baja en mente, recorté una y mil veces y siento que se pierden ciertos detalles que podrían ser interesantes para comprender mejor el contexto.
EliminarGracias por pasarte y dejar tu opinión, siempre es agradable recibir comentarios.
Un abrazo.
Interesante tu entrada , has jugado muy bien con las letras y me has dejado KO jajajá. Sin duda ese jefe era un impresentable , cerdo o asno , o ambas cosas a la vez jajaja.
ResponderEliminarUn saludo , feliz jueves.
Cerdo en muchos sentidos sí. Me alegra que te haya gustado cómo he jugado con las palabras.
EliminarUn abrazo enorme y feliz jueves a ti también.
Es tremendamente ocurrente en toda su animalidad. Qué ingenio el tuyo. :)
ResponderEliminarJo, muchísimas gracias, Cabrónidas. ¡Qué honor que pienses eso! Un abrazo.
EliminarEstupenda participación, hasta me reído con ese final que mi mente transformó en imagen, jeje, qué pensará el susodicho porquino? un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria. Espero que además de reirte se haya entendido la historia, porque cuanto más la releo más pienso que hay alguna frase un tanto confusa o imprecisa.
EliminarUn abrazo.
muy ingenioso.. por un momento he pensado en el libro de rebelión en la granja :)
ResponderEliminar¡Hola, Beauséant!
EliminarMe alegra mucho que menciones esa novela, porque en cierta medida para el personaje del jefe de mi historia pensé en ella.
Un abrazo.
Olá querida Rebeca!
ResponderEliminarFicou ótima toda história bem criativa!
Os personagens diferenciados... dando o cunho da proposta.
Tenha um setembro abençoado!
Beijinhos fraternos de paz
Olá!
EliminarObrigado pelas suas palavras, fico feliz em saber que achou a minha história diferente devido ao tipo de personagens e que gostou dela.
Um abraço.
Hola Rebeca. Has sorprendido con tu relato, pero al reubicarnos luego dentro de esa realidad paralela, uno se da cuenta de la causa de tanto conflicto entre los personajes: chanchos y burros no deben de convivir muy satisfechos unos junto a otros, lo que para uno es costumbre, para el otro es sometimiento. Y en el caso de tu protagonista, las diferencias culminaron en forma muy trágica para el de abajo. Un abrazo y muchas gracias por sumarte
ResponderEliminar¡Hola Neogéminis!
EliminarEn el fondo mi relato es el espejo de la lucha de clases. Solo que, como mencionas, el final fue verdaderamente trágico para el protagonista/narrador.
Gracias a ti por la propuesta y comentarme. ¡Ojalá pueda participar muchas más veces en vuestro reto!
Un abrazo.
Menudo final inesperado. Genial!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias, Nani, me alegra que te haya pillado por sorpresa ese desenlace.
EliminarUn abrazo enorme.
Realmente muy buena tu historia Rebeca, sin dudas ese jefe, al cual me pude imaginar con aspecto desagradable, era un cerdo con todas las letras (diría con perdón de los pobres cerdos que no tienen la culpa)
ResponderEliminarEl final me ha dejado sorprendida, me gusta tu historia.
Un abrazo.
PATRICIA F.
¡Hola, Patricia!
EliminarMe alegra haber conseguido que te imaginases a ese jefe como el verdadero ogro que es.
Si el final te ha sorprendido, espero que haya sido para bien.
Un abrazo.
Buen relato Rebeca. El jefe es realmente repulsivo, tanto como el ambiente que lo rodea. Un final lleno de genialidad. Enhorabuena! Saludos!
ResponderEliminarlady_p
Muchas gracias, lady_p.
EliminarUn gustazo que a pesar de lo repulsivo que resulta el ambiente y el propio jefe de mi relato, la historia en sí te haya agradado.
Un abrazo y gracias por la visita y comentario.
Rebeca muy buena la historia, has logrado transmitirme con tu fantástica creatividad, que sienta repugnancia al jefe, pobres cerdos siempre los asociamos con la inmundicia. Muy bueno el final muy creativo, felicitaciones!
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Besos
Entonces he logrado mi objetivo: crear un personaje ominoso, aunque eso suponga que el lector se sienta incómodo con él.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por tu visita y comentario.
La verdad es que me has dejado sorprendida con tu aportación. Al principio pensé que llamabas cerda a la secretaria, luego me di cuenta que todo el relato versaba sobre animales ¿No? Pero no l. Urro me ha dejado perpleja.
ResponderEliminarEso es, Tracy, sí. Todos son animales. Solo que el jefe es un cerdo y el pobre protagonista que tan mal acaba es un burro.
EliminarUn abrazo.
Muy ocurrente y dejame decirte que cumpliste con las dos propuestas a la perfección. Fue genial leerte! Saludos
ResponderEliminar¡Hola, Sindel!:
EliminarUn placer que mi relato te haya parecido ocurrente y hayas disfrutado leyendo mi propuesta para el reto.
Un abrazo.
Antes de la revelación de la naturaleza de los personajes, pensé que ese sillón fofo de eskay, que ineludiblemente hace ese ruido cuando alguien se sienta, era una trampa para incomodar al entrevistado y hacelo sentir culpable. Pero descubierto el escenario final eso ya no importa. En el país de los ciegos...
ResponderEliminarDe todos modos, mi madre que vivió en granja siempre dice que las peores son las gallinas. Yo pienso que es obvio, son minidinosaurios, pero no sé lo digo.
Genial relato.
Abrszooo
¡Hola, Gabiliante!
EliminarEs verdad que al final los cerdos se llevan la mala fama y mi relato contribuye también a acentuar esa mala imagen sobre ellos.
Tu teoría sobre las gallinas me parece interesante. Nunca había oído algo similar.
Un placer tenerte en mi rincón y que el relato te haya gustado.
Un abrazo.
mpactante revelaciones sobre la naturaleza de los personajes
ResponderEliminarY lo de la granja humana agregó un toque perturbador.
Un abrazo.
Sí, lo de la granja humana queda quizá en un segundo plano, pero mi pretensión era crear esa incomodidad y perturbar al lector, así que por lo que leo en tu comentario, veo que lo he conseguido.
EliminarGracias por pasarte y comentar.
Un abrazo.