Sara propone que introduzcamos las nuevas tecnologías en un cuento clásico, para esta semana. Érase una vez una chica muy mona de pequeña estatura y con un tipazo de escándalo, a la que toda la gente del pueblo donde vivía, llamaba Caperucita Roja a raíz del regalo que le había hecho su madre unas navidades: una fabulosa capa de pura lana virgen en color rojo. Era tal el cariño que la chica tenía por aquella prenda que casi nunca se despegaba de ella y de ahí a un tiempo todos pasaron a conocerla como Caperucita Roja, Caperu, para los amigos. Caperu, como típica adolescente, se pasaba horas y horas pegada al ordenador bien con el messenger, bien descargando música con el Ares o el E-mule y por supuesto su habitación siempre, siempre estaba totalmente desordenada. Cuando no, se dedicaba a escuchar música a todo volumen o a ver la televisión y jugar con el mando a distancia cambiando de canal una y mil veces. También estaban las estúpidas conversaciones telefónicas durante minutos y min...