Para este mes de octubre, desde Minificciones nos proponen que a partir de la imagen creemos una historia en un máximo de 250 palabras. Ésta es la mía.


El mundo se estaba volviendo loco. En pleno proceso de construcción de las más innovadoras autopistas interplanetarias, algún empresario soñador se atrevía a captar la atención de sus compradores con rústicos murales en las paredes de los edificios; abogando por el retorno a los alimentos sin aditivos ni conservantes.
Muchos fanáticos llevaron el asunto al extremo y el movimiento tomó un cariz global, iniciando lo que se denominó: “La rebelión de las manzanas rojas”; breve pero de resultados devastadores. Los más sofisticados avances tecnológicos fueron destruidos y ello sumió a las civilizaciones interestelares en una prolongada época de oscurantismo.
De eso ha pasado ya mucho tiempo, pero en el presente, nos queda entre otras, la huella de la completa extinción de los productos del campo, ante el consumo exagerado que se hizo de ellos entonces.
Muchos fanáticos llevaron el asunto al extremo y el movimiento tomó un cariz global, iniciando lo que se denominó: “La rebelión de las manzanas rojas”; breve pero de resultados devastadores. Los más sofisticados avances tecnológicos fueron destruidos y ello sumió a las civilizaciones interestelares en una prolongada época de oscurantismo.
De eso ha pasado ya mucho tiempo, pero en el presente, nos queda entre otras, la huella de la completa extinción de los productos del campo, ante el consumo exagerado que se hizo de ellos entonces.
Interesante, muy interesante posible futuro. Aunque no sé si me da más vértigo el futuro que se vislumbra o el que describes.
ResponderEliminar¿Microrrelato o microescalofrío?
Besos desde Fuenla
Si te das cuenta es un juego de tiempos. Parece que hablo del futuro, pero en realidad es un pasado al de nuestra era. Besos desde Bilbao.
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