El túnel del Amor en Ucrania (Foto de Oleg Gordienko) |
Hoy he vuelto a escribir. No sé el motivo, aunque intuyo que se debe a la maravillosa novela que estoy leyendo: "La casa de los amores imposibles" de Cristina López Barrio.
Es más, son cerca de las 17:00 de la tarde, y aún no he comido. Inmersa como estoy en mi propio regocijo. No sé si también os sucede, pero cuando una novela me engancha me desconecto del resto del mundo, y dejan de existir las necesidades fisiológicas más básicas. Pues bien, hoy, ese enganche no se debe a la novela en sí, sino a lo que ella ha desatado en mi interior, tras esta larga, tediosa e insufrible hibernación (desde finales del 2012 ya) y que ahogaba en mis dedos las palabras que mi alma quería derramar a toda costa.
El caso es que hoy he podido escribir de nuevo. Y lo he hecho, con mi pecho envuelto en llamas por la felicidad del acto casi febril de volver a crear personajes e hilar párrafos. Y mientras escribía, he descubierto perpleja que el "perfeccionismo" que me impulsaba a leer y rectificar en un bucle interminable cada frase, sigue agazapado en mis entrañas. Si la verdadera felicidad existe, hoy he tenido la suerte de conocerla cara a cara.
Son apenas unas pinceladas, y puede que no lleven jamás a finalizar un relato completo, pero ha sido catártico. Una maravillosa manera de reencontrarme con una parte de mi yo que creía perdida para siempre.
Por lo general no soy supersticiosa, pero me vais a permitir que por esta vez lo sea, y no comparta con vosotros esa herida frugal que he inflingido a esa agonía que me ha acechado durante tantos años. Y no comparto con vosotros esas letras, no por ser huraña, sino por miedo a que este hechizo eclipsante se quede en agua de borrajas. Eso sí, os dejo, con un microrrelato surgido también hoy, casi recién llegada a casa tras mi jornada laboral. Os pido perdón de antemano, porque la falta de práctica en esto de la escritura creativa, me ha hecho olvidar las nociones más básicas sobre puntuación. Y a decir verdad, éste no es para nada, el mejor de mis escritos. Pero es parte de un nuevo comienzo. Y espero venir para reposar entre letras eternamente.
UCRONÍA SIN TÍTULO:
—¿Qué tal ha ido el viaje?
—Pues aún no hemos salido del aeropuerto. Por eso no te había llamado antes. Nuestro vuelo va con
retraso…
Se escuchan ruidos a través de la megafonía.
—Lo siento, tengo que dejarte, creo que por fin vamos a despegar. Cuando llegue te llamo.
“Señores pasajeros, abróchense los cinturones, por favor. Nuestro pterodáctilo con destino a Ucrania
está a punto de despegar.”
NOTA: Se entiende por ucrónico todo aquello que plantea una realidad histórica alternativa. Como base siempre subyace la misma pregunta: "¿qué hubiera sucedido si...?"
Hace años, cuando escribía casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por las letras de mi otro blog:
Madre mía Rebeca! Me ha encantado leer estás líneas! Tu descripción de como has vuelto a escribir ha sido maravillosa!
ResponderEliminarMe alegro por ti porque se que es importante en tu vida!
Y sigue adelante con ello
Un beso enorme 😘
Jo, Hadry, millones de gracias, no sabes cuantísimo significa para mí esto. Yo antes respiraba letras y todo eso escapó de mi vida de manera inesperada, pero la necesidad seguía latente. ¡Ojalá de esos primeros párrafos que he escrito hoy salga algún relato y pueda compartirlo por aquí con vosotros! Millones de gracias por apoyarme, de verdad.
EliminarUn besazo.
Uffff, tremendo texto!! Eres brutal explicando las cosas, estoy impresionada y super feliz por ti!!
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Jo, muchas gracias por tus palabras Silvia. Necesitaba sacar todo esto a la luz. Me sentía enterrada viva. ¡Ojalá esta resurrección sea duradera! Un besazo.
EliminarQué gozada Rebeca! Pero...este blog también es tuyo? Me ha encantado descubrir esra faceta tuya. Un beso! Helena
ResponderEliminar¡Hola, Helena! Sí, éste fue mi primer blog, y recuperar la posibilidad de escribir, aunque sea de forma fugaz significa mucho para mí. Si además gente tan estupenda como tú se alegra conmigo, mejor aún. Un besazo enoooooooooorme.
EliminarSiempre me había fascinado la manera que tienes para explicar/escribir, y según estaba leyendo he sentido tu alegría como si fuera mía, transmites una pasión y fuerza a la hora de escribir impresionante...mil besotes guapa
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa, me sorprende veros por aquí a todas, pero eso sólo puede ser la señal de que por fin me he reconciliado con parte de mi esencia. Millones de gracias por lo que dices sobre mi forma de explicar las cosas. A menudo tengo la sensación de divagar demasiado.
EliminarUn besaaaaaaazo enoooooorme.