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Reto juevero: un cuento de botica

¡Hola!:

Hoy no correspondería publicar, pero lo cierto es que me apetecía participar en la propuesta que nos lanza esta semana Dorotea desde su blog Lazos y raíces para el reto #jueveando. En ese enlace podréis conocer las premisas de esta semana y leer los textos de todos los participantes. Sea como sea, puesto que para participar el plazo es tremendamente corto, prefiero publicar hoy mismo, aunque mañana, como cada viernes regrese de nuevo aquí con el contenido que tenía ya previsto hace semanas.


Cartel oficial de retos de escritura


Os dejo con los requisitos de esta edición.

REQUISITOS #JUEVEANDO (UN CUENTO DE BOTICA):

  1. Tema: botica.


Imagen de una antigua botica
Imagen de una botica antigua como lema para esta edición del reto.

SECRETOS A VOCES

En un pueblo pequeño como aquel, resultaba imposible mantener un secreto a salvo de oídos ajenos y habladurías. Por todos era conocida la cita semanal, cada jueves a partir de las ocho de la tarde en la botica a puerta cerrada. 

Incluso don Bernardo, el cura, estaba al tanto de esa circunstancia, aunque nunca había habido confesión alguna en su parroquia por parte de ninguno de los asistentes a esas reuniones clandestinas.

En los mentideros las comadres fabulaban sobre los temas de los que se trataban entre aquellas paredes con olor a ungüento y a hierbas. Las había convencidas de que todos los que se congregaban allí eran anarquistas o comunistas y que tales encuentros eran una excusa para ensalzar sus proclamas políticas; otras mujeres, en cambio, defendían que el contenido principal de esas conversaciones era huir de los reclamos de sus esposas. Por el contrario, las más beatas se afanaban en el lavadero de la plaza insistiendo en que todos los asistentes eran seguidores del diablo, y se persignaban una y otra vez asustadas, como si el Maligno pudiera escuchar sus palabras y arrebatar la paz a sus almas como por ensalmo. Sin embargo, nadie había sido capaz de pedir explicaciones o de acercarse a husmear.

En cualquier caso, los rumores perduraron durante mucho tiempo, hasta que un niño, de apenas seis años, oculto tras unas cajas, reveló la verdad por pura casualidad. El pequeño, huyendo de la tunda de palos que seguramente le daría su padre al saber que había vuelto a dejar abierta la verja del gallinero, se había refugiado allí en un descuido de Gracián el boticario.

El niño, adormecido, se desperezó al escuchar voces cercanas, música y el tintineo metálico de varias cucharillas contra las elegantes tazas de porcelana que sujetaban los hombres reunidos. 

—¡Qué buena idea tuvimos con estas veladas, amigos! No sé con qué disfruto más: si con los rumores que circulan por todo el pueblo acerca de nuestras actividades, con lo que hacemos aquí en realidad, o con la cara consternada de mi mujer cuando llego a casa.

—Soy de tu misma opinión, Gracián. Lástima que nuestras causas sean mucho más terrenales que las que nos otorgan los vecinos.

—¡Ya lo creo! Ni en mil años admitiría que me gusta leer estos folletines románticos o que permito que otros hombres masajeen mis piernas artríticas con alcohol de romero —intervino un tercero.

—¿Y qué me decís de estas tazas de chocolate con vainilla? ¿Se os ocurre mayor manjar?

Lito, no pudo contener la risa al descubrir la verdad y con sus carcajadas delató su presencia. Desde entonces, es miembro honorífico del Club de los Hedonistas, aunque los bulos sobre la temática de sus actividades siguen siendo el mejor de los cotilleos.


Rebeca-Gonzalo-1



Lo he escrito a matacaballo, con lo cual no es el mejor de mis textos. No obstante, me encantaría saber vuestra opinión al respecto. Y si os atrevéis a dar el paso de hacerme valoraciones de estilo mejor aún, claro. Ya sabéis que por eso pongo precisamente la imagen que veis a continuación. ¿Me ayudaríais con ello?

Lector-cero-1-1



Aprovecho esta publicación para invitaros a que participéis en la edición de este mes de mi reto #Fuegoenlaspalabras. Podéis conocer las condiciones pinchando sobre la imagen del banner oficial que está bajo este párrafo. Estáis más que invitados.




En fin, cazadores de nubes, esto es todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado con mi texto. Si os apetece, nos volvemos  a reunir mañana.

Un abrazo.



Separador-divider-de-Cr-nicas-m-s-corto-1



Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por este rincón. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería y el mix-media. Producto de esa etapa nació: www.fabricadeartesania.com 
Afortunadamente, las letras han regresado a mi vida y no pienso renunciar a ellas, si puedo evitarlo. Pero a ratos también trasteo en mi blog de manualidades.

Comentarios

  1. En tu relato has representado el papel de las reboticas jugaban en los pueblos donde las fuerzas vivas se reunían a politiquear, mujerear, a jugar al póker y otras cosas más simples como la de tus protagonistas.
    Un beso

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    1. Supongo que se podría decir eso de ellas sí, Tracy. Un placer tenerte en mi rincón de letras.
      Un abrazo.

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  2. Muy ameno tu relato, Rebeca. El club de los hedonistas me recuerdan a tantas tertulias de escritores y artistas, que ha habido en las ciudades, donde disfrutaban intercambiando ideas, cafés y risas. Has descrito muy bien el ambiente pueblerino y criticón, imaginando políticas y aquelarres, que no llegaban a ninguna parte...Parece más bien el trocito de una buena novela.
    Mi felicitación y mi abrazo, amiga.

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    1. Eran tiempos de censura y las reuniones de "librepensadores" no estaban bien vistas, así que se veían obligados a reunirse a escondidas. Me alegra que te haya resultado ameno el relato. ¡Ufff! Me temo que escribir una novela no es algo a mi alcance.

      Un abrazo enorme.

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  3. Muy bueno tu relato Rebecca me encantó, enhorabuena.

    Te dejo un beso grande al alma y que tengas un feliz viernes.

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    1. Muchas gracias, Paula, qué alegría que te haya gustado tanto. ¡Feliz viernes a ti también! Un abrazo.

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  4. Buenos días Rebeca, has escrito un texto muy lindo y en realidad en la Rebotica existía esta clase de encuentros , eso si la literatura era una de las cosas que más se difundía y quien sabe si algún libro secreto de los que la censura lo tenia prohibido ajja y por supuesto esas tardes de té o café .Enhorabuena preciosa.
    Un abrazo .

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    1. ¡Buenas, Campirela!:

      Estoy convencida de que las reboticas guardaban muchos más secretos que los propios de los remedios medicinales de sus estanterías. Me alegra de corazón que te haya gustado mi relato. Eso me anima a seguir escribiendo.

      Un abrazo a ti también.

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  5. Un relato muy ameno y original, bien llevado y con una chispa de humor que se agradece al leer. Un abrazo (me ha costado bastante encontrar cómo comentar en tu blog jeje, pero al fin lo consigo!)

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    1. ¡Hola, Neogeminis!:

      Me intriga que te haya costado tanto hallar dónde dejar los comentarios, pensaba que se podría tratar de algún fallo del código de mi plantilla, incluso. Así que me quedo algo más tranquila sabiendo que por fin has podido encontrar el camino.

      Respecto a tu opinión sobre el texto, me hace una ilusión tremenda que te haya resultado divertido y ameno. Lo escribí de manera totalmente improvisada y tenía miedo de que no gustase.

      Un abrazo enorme.

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  6. En todos los pueblos, y más antes, la rebotica era como el casino, esos lugares donde además de jugar también se podía conspirar. Donde unos entraban con el sombrero en la mano y otros salían con la cabeza baja, o bien alta.

    A ver si puedo disponer de más tiempo y miro eso de tus retos, Rebeca. Mientras tanto, sabes que será un placer acercarme hasta aquí los jueves o cuando se pueda.
    Un beso enorm.

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    1. ¡Millones de gracias por la visita y el comentario! Si te decides a participar en alguno de mis retos seré aún más feliz, por supuesto.

      Supongo que las reboticas eran algo así como algunos bares de hoy en día o como incluso algunas peluquerías ^^: lugares para tratar de arreglar el mundo.

      Un beso enorme a ti también. ¡Feliz fin de semana!

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  7. Qué buen relato, Rebeca. No hay nada como seguir despertando el interés de ciertos grupos y sus reuniones.

    Mil besitos más ❤️

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    1. ¡Hola, guapa!:

      ¡Qué alegría que te haya gustado. El rumor es un arma de doble filo, supongo, pero si se sabe manejar puede resultar hasta favorable ^^

      Un abrazo enorme, guapa.

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  8. ¡Hola, Rebeca!,
    Pues aunque según tus palabras lo hayas escrito un poco a matacaballo y creas que no es de lo mejor que has hecho... a mí me parece un relato que tiene el sabor de las vivencias y las cosas de antaño ;), sobre todo por el estilo que has utilizado :)
    Un besito de tinta y hasta pronto :D

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    1. ¡Qué bien que te parezca que esté bien recreada esa época, pues era mi pretensión! Un besazo a ti también.

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  9. Muy original, ya lo creo. Al final la reunión era de hedonistas, pero con esa capa misterio, socialismo o satanismo eran la comidilla, genial.

    Un abrazo y por el chocolate con vainilla. Y los comadreos :-)

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    1. ¡Hola, Albada!:

      Un placer tenerte por aquí y que mi texto te haya parecido original. A veces hace más la imaginación que lo que sucede luego en la realidad ^^.

      En cuanto a lo del chocolate con vainilla, en realidad fue un error y luego ya no lo rectifiqué. Mi pretensión era poner chocolate con canela ^^.

      Un besazo.

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  10. ¡Hola! Me ha gustado mucho tu texto y espero leer más, escribes muy bien.
    Besos :)

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    1. Muuuuuuuuchas gracias, Likur. Eso me anima a seguir escribiendo, por cortos que sean mis textos.

      Un abrazo enorme.

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  11. Mira que nos gusta cotillear lo ajeno y especular con lo que se hace o deja de hacer en reuniones.Y luego, resulta que lo más corriente (como tomar un café, te, chocolate, charlar sobre alguna lectura) es la solución.

    Ay,como somos!!

    Bss.

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    1. Supongo que la envidia es la peor de las armas posibles y aviva la imaginación.

      Un abrazo.

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  12. Un relato delicioso, ¿quién no es cotilla? A todos nos encanta fabular sobre vidas ajenas y desde luego que esas reuniones bien eran un caramelo para las habladurías. Me encantó ese juego que planteas para mostrar esa confrontación entre la esfera privada y la esfera pública. Un abrazo!!

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    1. ¡Hola, David!:

      Lo cierto es que si los realities triunfan, por mucho que nos pese, es por el morbo que genera el cotilleo sí. Y en cierto modo esta botica o su rebotica son una puerta a ese tipo de cotilleo. Me alegra que te haya gustado mi relato.

      Un besazo.

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