Como ya me habéis dicho algunos, a lo largo de estos días, las letras no hay que forzarlas. Vienen cuando quieren y se marchan también sin avisar. Para quien no lo sepa, la poesía es uno de mis refugios más queridos. Y no hablo de la poesía clásica, que también, sino de la poesía en su forma más moderna o incluso como prosa poética. Hace unos años, por mera curiosidad, conté los libros de poesía que tengo en casa. La cifra me sorprendió: 69. No esperaba tantos. Supongo que ahora serán algunos más, aunque no creo que lleguen a la centena. El caso es que leo y escribo poesía (al menos esto último lo intento) y me daba bastante rabia, siendo el día que es hoy, no poder rendir homenaje a algo que me aporta tanto. Creo que en el fondo las letras solo estaban poniendo a prueba mi paciencia. Por suerte, los versos han llegado y te los traigo a ti, que estás al otro lado, por si quieres leerlos o compartirlos. Aprovecho, con esto, a participar en la iniciativa/homenaje del Concurso el Tin...