¡Holaaaaaaaa!:
Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por las letras de mi otro blog:
www.cuentosrecienhorneados.blogspot.com
Hoy por hoy, te invito a que me conozcas a través de los proyectos de scrap, bisutería o mix media que hago y presento en el otro rincón 2.0 al que ha sido desterrada mi necesidad creativa, durante este largo exilio involuntario:
Hace ya algunos días, descubrí un rincón estupendo para todos los que queramos entrenarnos como escritores de microrrelatos. El sitio se llama "Esta noche te cuento" (ENTC). Pues bien, hasta el 26 de agosto nos plantean escribir un microrrelato (nunca más extenso de las 200 palabras) inspirándonos en la siguiente imagen de Cristina García Rodero.
Os dejo mi relato, a ver qué opináis.
RECUERDOS DE CRISTAL
Hoy no ha venido nadie a visitarme, a pesar de ser sábado. Mientras otros han disfrutado de la presencia de nietos e hijos, yo he tenido que desollar las horas haciendo acopio de fuerzas, a pesar de lo mucho que éstas me fallan ya, y presumir de entereza, cuando ni siquiera he sabido deletrear jamás esa palabra.
Y no, ser analfabeta no ayuda a que los desprecios duelan menos, o a que la frontera entre lo correcto y lo que no, se desdibuje en la niebla de la ignorancia. Como tampoco ayuda a quitarme esta pena, el olor a ropa limpia que sube desde la lavandería. ¡Cómo echo de menos los días de colada cuando mis hermanas y yo bajábamos al río con mi madre a lavar las pocas piezas de ropa que teníamos, con el jabón artesanal que hacíamos nosotras mismas! A veces quisiera ser sábana para secarme al sol, mientras otros contemplan mi blancura. Pero tan sólo soy una vieja más, a la que todos contemplan con lástima, que desvaría más de lo que habla y calla más de lo que piensa.
Me encantaría conocer vuestra opinión, así que sería estupendo que me dejaseis un comentario.
Un besazo.
Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por las letras de mi otro blog:
www.cuentosrecienhorneados.blogspot.com
Hoy por hoy, te invito a que me conozcas a través de los proyectos de scrap, bisutería o mix media que hago y presento en el otro rincón 2.0 al que ha sido desterrada mi necesidad creativa, durante este largo exilio involuntario:
Rebeca, tu relato es conmovedor...Nos hablas del tema de la soledad en la vejez..Sin familia, sin apoyo físico, ni psíquico, ni tampoco bagaje cultural, que le aporte conocimiento e imaginación para mirar la vida con otras perspectivas. Sólo le queda el recuerdo familiar en esas sábanas blancas, que danzan al viento limpias y libres...Realmente impresionante y rotundo, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo,Rebeca
Muchísimas gracias, Mª Jesús, un placer tenerte en mi rincón. Por desgracia, hay muchas personas mayores que viven sus últimos años arropadas por la soledad. Y por único apoyo tienen los recuerdos. Mi relato es una forma de alzar sus voces.
EliminarUn abrazo.
Hola Rebeca, ya sabes que te dije allí, que me encantó tu relato y que me alegraba verte por allí. Yo ya llevo participando unos años y la verdad es que las propuestas son muy interesantes y se pueden leer unos relatos buenísimos.
ResponderEliminarEs una alegría compartir aficiones tan bonitas.
Besicos muchos.
¡Hola, Nani!:
EliminarYa lo creo que es estupendo ver los relatos de los participantes, y conocer gente con la que compartir afición. Siempre se aprende algo nuevo y es de lo más estimulante leer textos de otras personas. ¡Me encanta hacerlo! Y sí, es un placer coincidir con gente como tú, en ese tipo de rincones.
Un abrazo.
P.D.: curiosamente ayer he descubierto que yo también participé en su web hace años con algunos de mis relatos.
Un relato conmovedor. Tomaste la temática de la nostalgia por el paso de los años y la pobreza y me has dejado con olor a ropa recién lavada y secada al sol.
ResponderEliminarPrecioso blog. Me quedo a seguirte.
Que la inspiración siga llegando ♥
Millones de gracias por leerme, comentar y decidir quedarte aquí. Un placee que estés aquí, de verdad.
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