Ya vamos por la tercera entrega de este juego de palabras. Y no sé para vosotros, pero recuperar el hábito de escribir está resultando maravilloso. A lo largo de estos años de silencio, la impotencia me reconcomía por dentro, incapaz de hilar dos frases seguidas, pero ahora, que todo vuelve a fluir de nuevo estoy feliz.
Poco a poco se ha ido uniendo gente a esta locura mía, lo cual me alegra aún más, porque ése es uno de los principales motivos de impulsar esto.
Quiero conocer gente que comparta esta misma pasión por las letras, y que sea consciente de la dificultad de enfrentarse a la hoja en blanco. Pero sin la presión de un concurso de por medio. Se trata de disfrutar. ¿Os apetece jugar? Pues seguid leyendo.
El juego se llama "Fuego en las palabras", y es muy sencillo (suena más lioso de lo que es). Os dejo a continuación el cartel de esta sección, por si queréis descargarlo y usarlo en vuestros blogs, lo cual me encantaría la verdad. Tras él, irían las normas de participación en este juego.
⬇NORMAS PARA PARTICIPAR⬇:
- Cada lunes a las 12:00 (hora peninsular) publicaré uno de mis escritos, cumpliendo con unas condiciones que serán las mismas que habréis de cumplir. Normalmente se tratará de utilizar una o varias palabras. Ocasionalmente podrá tratarse de una imagen, una canción, etc...
- Habréis de publicar, en vuestro blog, siempre el lunes siguiente a que yo anuncie aquí la propuesta.
- En vuestro texto tendrán que aparecer destacados, con negrita preferentemente, los elementos requeridos. Eso facilitará la lectura, e identificaros como participantes.
- Se puede participar tanto con prosa o verso. En principio sin límite máximo de extensión, pero pensad que si un texto es muy largo, eso puede desanimar a leerlo por completo a quien os visite. Así que, si es posible, os pido que seáis comedidos.
- En el fondo, se trata de conocer a escritores en ciernes, y a todos nos gusta recibir comentarios constructivos sobre lo que escribimos, así que la idea es que todos nos comentemos entre nosotros. Para ello vuestros sitios tendrán que ser públicos, al igual que vuestros perfiles.
- Dejad un comentario en mi blog, en el post correspondiente, para indicar que participáis. Yo, en la medida en que me sea posible, iré recopilando todos vuestros escritos, y los compartiré en la colección "Fuego de palabras" que he creado en mi Google+. Pinchando en cada uno de los enlaces, podréis acceder a los blogs de los participantes en cada edición.
Y bueno, llegados a este punto, me imagino que estáis deseando conocer la propuesta. ¿Qué tal os parecería tener que usar la palabra... matraz?
➠ Palabra obligatoria: matraz
UN TOQUE DE REALIDAD
El tufillo se extendía por toda la escalera del portal, y se pegaba a su cuerpo y sobre todo a su nariz de forma impertinente. Por momentos se hacía insoportable, llegando a provocarle arcadas. El ascensor volvía a estar estropeado, tal y como señalaba el cartel. Con varias copas de más en su cuerpo, tener que subir hasta el quinto piso andando, acompañado de ese olor, revolvía todo en su estómago como en un matraz calentándose a fuego lento.
Para colmo el dolor de cabeza tampoco ayudaba demasiado. Haber entrado en los cuarenta le hacía descubrir que ya no tenía la agilidad de un niño, ni para subir a pie hasta una quinta planta, ni mucho menos para aguantar hasta las tantas de la madrugada de fiesta.
Ya en el rellano, justo cuando iba a buscar las llaves en el bolsillo trasero de su pantalón, la puerta se abrió de par en par. Del interior salió una niña rubia, como de cinco años, con una pequeña muñeca de trapo, que le saludó con una gran sonrisa. Tras ella iba una mujer rubia también, que cerró la puerta con llave, y le ignoró por completo.
Intrigado por saber quiénes eran aquellas personas que tenían las llaves de su casa, decidió seguirlas hasta la calle, aunque primeramente fingió subir a la siguiente planta.
Una vez en el exterior, la niña no dejaba de mirar hacia atrás todo el rato, sonriéndole, como si supiera perfectamente qué hacía él allí persiguiéndolas con tan poca habilidad. A veces, cuando él las perdía de vista, la niña se entretenía un poco, como si estuviera deseando que él las diera alcance. Lo cual enfadaba a la mujer rubia, probablemente la madre, que la acompañaba, aunque ésta no se había percatado de la presencia del hombre siguiéndolas.
Una vez en el exterior, la niña no dejaba de mirar hacia atrás todo el rato, sonriéndole, como si supiera perfectamente qué hacía él allí persiguiéndolas con tan poca habilidad. A veces, cuando él las perdía de vista, la niña se entretenía un poco, como si estuviera deseando que él las diera alcance. Lo cual enfadaba a la mujer rubia, probablemente la madre, que la acompañaba, aunque ésta no se había percatado de la presencia del hombre siguiéndolas.
Callejeaban directas hacia el barrio antiguo. Aprovechando un semáforo en rojo y la confusión de gente, tan típica del primer viernes de rebajas de verano, por la tarde, se colocó a un par de pasos de ellas. La muñeca de la niña, cayó al suelo justo a los pies de él. Se agachó amable con la intención de cogerla y entregársela a su pequeña dueña, pero cada vez que lo intentaba el juguete atravesaba sus manos como si fueran invisibles o de agua. La niña le observaba divertida, hasta que por fin, incapaz de controlarse soltó una carcajada y le dijo:
—Tonto, ¿no ves que eres un fantasma? Por cierto, ¿cuánto hace que no te duchas?
En cuanto la niña pronunció esas palabras, todo a su alrededor se desvaneció. Y se descubrió a sí mismo tendido en el asfalto, sobre un enorme charco de sangre. El casco de la moto aún puesto, no había impedido las lesiones mortales, según comentaban los servicios de urgencia que le atendían en ese instante. El otro vehículo se había dado a la fuga y aún andaban buscándolo.
Le costó asimilar aquello que escuchaba, pero el golpe más duro lo recibió, cuando la misma mujer que había visto acompañando a la niña, esta vez algo más joven, corría hacia el cuerpo inerte de él, rompiendo el cordón policial que acordonaba la zona, y gritaba a lágrima viva:
— ¡No puedes hacerme esto, Pablo! Vamos a tener una niña.
Estoy deseando leer vuestras propuestas, así que no me neguéis ese placer, por favor. Os espero ansiosa. Nos leemos, ¿verdad?
Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por las letras de mi otro blog:
Hoy por hoy, te invito a que me conozcas a través de los proyectos de scrap, bisutería o mix media que hago y presento en el otro rincón 2.0 al que ha sido desterrada mi necesidad creativa, durante este largo exilio involuntario:
Sé que éstas son malas fechas, para los blogs, porque la gran mayoría de la gente se encuentra de vacaciones, pero sería estupendo que alguien se animase a participar con su propia interpretación para esta semana. ¿Alguien se anima?
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